Todos estamos aquí para algo que excede nuestra comprensión racional.
Cuando nuestro espíritu ( Yo Superior) decide manifestarse en la dimensión física y encarnarse en un cuerpo como ser humano, previamente en las dimensiones espirituales tiene lugar una reunión con nuestros Guías, familia espiritual, grupo de almas y espíritus con los que vamos a compartir nuestra vida física, programando entre todos, para la vida que vamos a vivir, un plan de vida en el que planificamos las enseñanzas y lecciones que necesitamos aprender e integrar para seguir evolucionando, así como el mejor modo de aprenderlas y los diferentes acontecimientos de nuestra próxima vida que mejor pueden servirnos para ello.
La programación del plan de vida es muy detallada, elegimos el cuerpo físico, la familia, el entorno, los padres, el lugar, la época, la duración, las amistades, la educación, las relaciones sentimientales, incluso las almas gemelas, haciendo una planificación minuciosa en función de nuestras necesidades de crecimiento y lo dejamos todo grabado en una matriz energética que archivamos en nuestros registros akáshicos, que son como un disco duro central donde queda registrado todo lo que sucede en nuestra vida actual junto con los archivos de las vidas pasadas.
En el plan de vida efectuamos una programación muy detallada, pero como pueden aparecer desviaciones, se trazan unas líneas directrices generales que deberemos seguir ysi no lo hacemos en una vida, lo haremos en otra.
Éstes pautas enegéticas se graban en una matriz espiritual quese guarda en los registros akáshicos.
En la concepción se genera un vórtice de atracción mediante el orgasmo yang del padre y el orgasmo yin de la madre que atrae a la chispa de nuestro espíritu hacia el reino de lo material, uniéndose el espíritu a la dimensión física e individualizándose como el centro de luz purísima que llamamos alma, quedando vinculados el Ser yel cuerpo físico del ser humano por el canal central, que ya no se disolverá hasta la muerte.
Los registros akáshicos son una parte del canal central situados unos dos metros por encima de la cabeza. Contienen un registro completo de cada uno de nuestros pensamientos, palabras y acciones, archivados de forma holística, cómo han sido y cómo podían haber sido, si hubiéramos actuado de diferente manera, para poder obtener una enseñanza lo más completa de cada aspecto de nuestra vida cuando realizamos la revisión de vida.
El alma es una individualización del espíritu y del Ser en el cuerpo físico, que lo cohesiona en todos sus niveles de organizacón y mantiene el orden, la estructura y la unidad central de todo el ser humano, bajo una pauta energética unificadora, que es el sello de cada ser humano y que lleva el germen de la conciencia universal divina.
El alma está situada en el tantien medio, en el centro del pecho, como una estrella de luz rosa brillantísima, que resplandece incesantemente. Contiene la esencia de las vibraciones originales del Ser o Yo Superios: el amor, la compasión, la alegría, el altruísmo y la ecuanimidad, que son las potencias del alma.
Al descender a la dimensión física cerramos el acceso consciente a los registros akáshicos y olvidamos todos los detalles de la planificación de nuestro plan de vida y de las dimensiones espirituales donde está nuestro Ser. Nuestro espíritu corre el velo que después deberemos ir desvelando a lo largo de la vida.
La reencarnación ( o el renacimiento) es necesaria para evolucionar porque solamente en la dimensión física podemos tener determinadas experiencias que no es posible experimientar y aprender en las dimensines espirituales.
Nidia Ester Sánchez
Nidia Ester Sánchez
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